A P R E N D I Z A J E C ON N E U R O C I E N C I A.
Los procesos de aprendizaje y la experiencia propiamente
dicha van modelando el cerebro que se mantiene a través de incontables
sinapsis; estos procesos son los encargados de que vayan desapareciendo las
conexiones poco utilizadas y que tomen fuerza las que son más activas. Si bien
las asociaciones entre neuronas se deciden, sobre todo, en los primeros quince
años de vida, y hasta esa edad se va configurando el diagrama de las células
nerviosas, las redes neuronales dispondrán todavía de cierta plasticidad. Las
sinapsis habilitadas se refuerzan o se debilitan a través del desarrollo por
medio de nuevos estímulos, vivencias, pensamientos y acciones; esto es lo que
da lugar a un aprendizaje permanente.
La enseñanza y la
formación en la niñez ofrecen estímulos intelectuales necesarios para el
cerebro y su desarrollo, ya que permiten el despliegue de las capacidades
cognitivas y hacen más viables los aprendizajes. Precisamente, entre los tres y
los diez años el cerebro infantil es un buscador incesante de estímulos que lo
alimentan y que el mundo ofrece. Y, a su vez, es un seleccionador continuo que
extrae cada diminuta parte que merece ser archivada. Esta decisión se basa en
los procesos de atención que hacen que, de entre la amplia gama de estímulos,
los órganos de los sentidos seleccionen los que conviene elaborar
conscientemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario